Ayer, como todos los días, me levanté a las siete de la mañana y me preparé para ir a trabajar. Al llegar al hospital, como todos los días, (1) atendí a los enfermos de la consulta y (2) visité a los pacientes de las habitaciones. A las cinco de la tarde, como todos los días, (3) acabé de trabajar y (4) pasé por el supermercado a comprar algo para la cena. A las seis de la tarde (5) llegué por fin a casa, muy cansada, como todos los días. Pero ayer fue diferente: mi marido me (6) invitó a un concierto y después (7) cenamos en mi restaurante favorito.